Muy buena frase. Desde aquí te animo a seguir escribiendo, que lo haces muy bien, envidio a la gente con talentos que yo no poseo jejej
Como bien sabrás, las desgracias son el motor de la grandeza. Son esos momentos malos los que nos impulsan a sacar lo mejor de nosotros
Voy a comentarte un poco mi opinión sobre el tema de Dios, no todo. Un buen orador ha de dejar a los oídos siempre con ganas de mas, es preferible dejarlos con hambre que empacharlos....
Nuestra mortalidad (la no-infinidad), aquello que nos impide ser Dios.
Ademas, es precisamente la mortalidad lo que permite la permanencia a largo plazo en la tierra.
Imagina por un momento un mundo sin muerte; al principio todo muy bonito, pero en 10 años la tierra seria un sistema totalmente colapsado, una caja de juguetes a rebosar que acabaría reventando... Seriamos dioses, dioses de la nada, dioses del tiempo pero no del espacio.
Volviendo a Dios: Dios es ese ser perfecto (con la idea de perfección de cada uno) al que todos (ateos, creyentes y agnósticos) queremos parecernos, y que como bien has escrito, necesitaríamos toda la eternidad para llegar a esa perfeccion
Puede que un ateo no lo llame Dios, si no su imagen ideal, su "yo" perfecto.... pero yo lo llamo así, Dios. Con sus 4 letras y con su mayúscula.
Durante toda nuestra vida nos esforzaremos contra viento y marea para alcanzar ese objetivo máximo, el número uno en nuestra escala de valores
Tristemente nadie lo conseguirá, pero ahí radica el verdadero temple, en esforzarse pese a saber cual es nuestro destino final. Quizás lleguemos a rozar nuestra idea de perfección con los dedos, pero jamas JAMAS llegaremos a ella. Yo como creyente tengo el consuelo de que tras la muerte vendrá la verdadera vida, nuestro verdadero destino, los ateos no se a que se aferrarán....
¡Aaaahh el destino!, ese gran desconocido, de ese podríamos hablar largo y tendido, pero eso merecería otro post ¿no crees?
Y además, si en algún momento llegásemos a tener esa perfección (nuestra idea de perfección) no seríamos felices, todo lo contrario. A partir de ese momento seríamos el ser mas triste del universo, pues solo quedaría una cuesta abajo para toda la eternidad....
Así que ánimo, cada día levantarse y luchar para llegar a tu Dios, a tu idea de ser ideal, tu "yo" perfecto.
Muy buena frase. Desde aquí te animo a seguir escribiendo, que lo haces muy bien, envidio a la gente con talentos que yo no poseo jejej
ResponderEliminarComo bien sabrás, las desgracias son el motor de la grandeza. Son esos momentos malos los que nos impulsan a sacar lo mejor de nosotros
Voy a comentarte un poco mi opinión sobre el tema de Dios, no todo. Un buen orador ha de dejar a los oídos siempre con ganas de mas, es preferible dejarlos con hambre que empacharlos....
Nuestra mortalidad (la no-infinidad), aquello que nos impide ser Dios.
Ademas, es precisamente la mortalidad lo que permite la permanencia a largo plazo en la tierra.
Imagina por un momento un mundo sin muerte; al principio todo muy bonito, pero en 10 años la tierra seria un sistema totalmente colapsado, una caja de juguetes a rebosar que acabaría reventando... Seriamos dioses, dioses de la nada, dioses del tiempo pero no del espacio.
Volviendo a Dios: Dios es ese ser perfecto (con la idea de perfección de cada uno) al que todos (ateos, creyentes y agnósticos) queremos parecernos, y que como bien has escrito, necesitaríamos toda la eternidad para llegar a esa perfeccion
Puede que un ateo no lo llame Dios, si no su imagen ideal, su "yo" perfecto.... pero yo lo llamo así, Dios. Con sus 4 letras y con su mayúscula.
Durante toda nuestra vida nos esforzaremos contra viento y marea para alcanzar ese objetivo máximo, el número uno en nuestra escala de valores
Tristemente nadie lo conseguirá, pero ahí radica el verdadero temple, en esforzarse pese a saber cual es nuestro destino final.
Quizás lleguemos a rozar nuestra idea de perfección con los dedos, pero jamas JAMAS llegaremos a ella. Yo como creyente tengo el consuelo de que tras la muerte vendrá la verdadera vida, nuestro verdadero destino, los ateos no se a que se aferrarán....
¡Aaaahh el destino!, ese gran desconocido, de ese podríamos hablar largo y tendido, pero eso merecería otro post ¿no crees?
Y además, si en algún momento llegásemos a tener esa perfección (nuestra idea de perfección) no seríamos felices, todo lo contrario.
A partir de ese momento seríamos el ser mas triste del universo, pues solo quedaría una cuesta abajo para toda la eternidad....
Así que ánimo, cada día levantarse y luchar para llegar a tu Dios, a tu idea de ser ideal, tu "yo" perfecto.