jueves, 16 de mayo de 2013

Las brumas crecen


Las brumas crecen. Las brumas crecen a mí alrededor, y me siento cada vez más pesado. Dudo que mi cuerpo pueda soportar mi peso. No distingo siquiera ya los danzarines cabellos que, hasta hace muy poco, atisbaba ondulando y entrelazándose unos con otros. ¡Dios mío!, pienso aterrado por unos momentos. ¿Será que ya no están? ¿Será que han decidido irse las dulces princesitas que antes me acompañaban, aunque fuera en la triste lejanía? ¡Qué más da!, me rebato casi de inmediato. En definitiva, no puedo verlas. Que estén ahí o hayan decidido hacer mutis, es lo de menos. Se esfumó el deleite de su contemplación. Hace unos instantes, al menos, entre nieblas, podía entrever algo de lo que hacía poco más de tiempo distinguía nítidamente. Pero ahora nada. Bueno sí, nieblas grisáceas, color humo chimenea, subiendo y bajando, describiendo espiralitas, burlándose de mis ojos, pasan y pasan; impávido yo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario