Esta será la última carta que
recibas. Quizá te estés preguntando por qué. Quizá pienses que se debe a que me
voy lejos, como ya te fui avisando en pasadas cartas. Me veo obligado a decirte
que no es así.
Por favor, ruego me perdones por
haberte avisado con tan poca antelación, pero existe otro motivo, y sospecho
que no va a ser de tu agrado.
Cuando recibas la presente, todo
estará ajustado, perfectamente planeado, para que mueras.
De veras que lo lamento en el
fondo de mi alma, sobre todo porque sé lo que sientes cuando lees estas líneas.
Todos los sentimientos que un humano puede acaparar pasan por parcelas de tu
graciosa mente. Sabes demasiado bien, porque me conoces lo suficiente, que esto
no es una broma, ni un juego, ni un absurdo. Sabes que va completamente en
serio. Te tiemblan las manos; se te nubla la vista. Ya no puedes leer con total
claridad... pero vas a seguir hasta el final, no puedes perderte el final de
esta misiva tan extraña.
¿Quieres que te cuente tus
últimos segundos? Te queda muy poco, ¿sabes? Pero prefiero que lo descubras por
ti misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario